El primer semestre de 2025 confirma la reactivación empresarial en Burgos: mejora económica, creación de empleo y preocupación por el talento joven

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Burgos, 24 de julio de 2025.– La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) ha presentado esta mañana en la Casa del Empresario el nuevo Índice de Coyuntura Económica correspondiente al primer semestre del año, un barómetro clave que mide el pulso del tejido empresarial burgalés. Los datos revelan una evolución claramente positiva respecto al mismo periodo del año anterior, tanto en términos de actividad económica como de empleo, aunque también afloran preocupaciones estructurales relacionadas con la captación y retención del talento joven.

Mejora de la actividad y optimismo sostenido

Uno de los principales indicadores del informe refleja un aumento en el porcentaje de empresas que han comenzado bien el año: del 30 % registrado en 2024 se ha pasado a casi un 50 % en este 2025. En sentido inverso, las compañías que afirmaban haber iniciado el ejercicio con dificultades han pasado de representar una de cada cuatro a solo el 16 %.

Las expectativas para la segunda mitad del año son igualmente esperanzadoras. Una de cada tres empresas burgalesas confía en seguir mejorando sus resultados, mientras que la mayoría restante prevé mantener su situación actual, lo que refuerza una sensación generalizada de estabilidad y consolidación.

Empleo al alza en Burgos

En cuanto al mercado laboral, los datos son especialmente alentadores. El primer semestre de 2025 ha experimentado un comportamiento muy favorable, con cifras de contratación superiores a las de los tres periodos anteriores. Casi el 40 % de las empresas encuestadas han ampliado sus plantillas.

Las perspectivas para lo que queda de año siguen la misma línea: una de cada cuatro empresas burgalesas prevé seguir contratando, y la práctica totalidad del resto aspira a mantener sus equipos actuales.

El reto del talento joven

Sin embargo, no todo son luces. La atracción y retención del talento se consolida como uno de los desafíos más complejos para las empresas de la provincia. Tres de cada cuatro empresas reconocen estar muy preocupadas por la escasez de jóvenes trabajadores con perfil profesional adecuado. Aunque valoran la actitud y el compromiso por encima de la formación académica, aún existe una importante carencia de perfiles cualificados.

Respecto al sistema formativo, el 75 % de las compañías puntúan con entre 3 y 4 puntos (sobre 5) la calidad de la enseñanza en Burgos, lo que se traduce en una nota media de 6,7 sobre 10. Aunque mayoritariamente creen que las expectativas de los jóvenes y las ofertas empresariales están en sintonía, un tercio sí detecta discrepancias, especialmente en materia salarial y condiciones laborales.

Salario, flexibilidad y carrera: prioridades cruzadas

Según el informe, lo que más valoran los jóvenes en su primer empleo es el salario (45 %), seguido por la flexibilidad horaria y la conciliación (25 %). En cambio, estabilidad laboral o buen ambiente quedan relegados. Para las empresas, las mayores dificultades para contratar talento cualificado son, por un lado, la falta de perfiles disponibles (más del 50 % lo señala) y, por otro, la falta de iniciativa detectada en las nuevas generaciones (25 %).

En respuesta, muchas compañías están reforzando sus ofertas: la mitad apuesta por la estabilidad como principal incentivo, mientras que un 25 % también ofrece mejoras salariales y posibilidades de desarrollo profesional. La flexibilidad horaria y el teletrabajo, sin embargo, siguen siendo propuestas poco extendidas.

Una nota positiva es la colaboración creciente entre el mundo empresarial y los centros educativos: tres de cada cuatro empresas colaboran ya de forma activa, especialmente con centros de formación profesional, para favorecer que el talento formado en la provincia se quede en ella.

Perspectivas globales y desafíos persistentes

La valoración general del semestre es claramente positiva. Las empresas burgalesas han vivido una primera mitad del año significativamente mejor que la de 2024, tanto en crecimiento económico como en creación de empleo. No obstante, no se pierde de vista el contexto internacional e institucional: preocupan los aranceles a las exportaciones, el bajo consumo en determinados mercados y las tensiones que afectan a la industria del automóvil.

En el plano nacional, la incertidumbre en torno a posibles nuevas reformas laborales, la reducción del tiempo de trabajo y el persistente alto nivel de absentismo siguen generando inquietud entre los empresarios.

En resumen, el tejido empresarial de Burgos encara el segundo semestre de 2025 con optimismo moderado, una notable capacidad de adaptación y una clara conciencia de los desafíos estructurales que aún debe superar.

 

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