El apagón eléctrico que dejó sin suministro a la península Ibérica el pasado lunes 28 de abril ha tenido un impacto considerable en el tejido empresarial burgalés. Así lo refleja una encuesta realizada por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) a cerca de 300 empresas de la provincia, cuyos resultados ponen de relieve las consecuencias que el corte de electricidad ha tenido en su actividad diaria.
Según los resultados de la encuesta de FAE, una de cada cuatro empresas burgalesas califica el impacto del apagón como grave o muy grave. La mitad lo considera moderado, mientras que un 21,5% lo percibe como un trastorno leve y apenas un 3,5% asegura que no le ha afectado.
El sector más afectado ha sido el de los servicios, que representa el 50% de las empresas encuestadas, seguido por la industria (40%), y en menor medida la agricultura y la construcción (10%). Además, tres de cada cuatro de estas compañías son pequeñas empresas, con menos de 50 trabajadores.
Entre las principales áreas afectadas, el 80% de las empresas señalan problemas tanto en sus procesos productivos o de prestación de servicios como en las comunicaciones. La mitad de las compañías admite haber sufrido pérdidas de facturación, y un 10% ha reportado daños en equipos o pérdidas de datos.
En cuanto a la duración del apagón, la mitad de las empresas declara haber sufrido problemas eléctricos o de conexión durante más de seis horas, mientras que un 40% lo sitúa entre tres y seis horas.
Sobre el impacto económico, el 30% de las empresas estima que ha perdido menos del 10% de su facturación diaria, un 25% calcula las pérdidas entre el 10% y el 25%, y algo más del 20% eleva la cifra por encima del 50% de su facturación media diaria.
En lo relativo al absentismo laboral derivado del apagón, el 75% de las empresas asegura que fue nulo o menor al 10% de su plantilla. A pesar de las pérdidas sufridas, un 55% de las compañías afirma que no necesitará ayudas o apoyos para recuperarse, frente a un 15% que sí los considera necesarios y un 30% que aún no lo ha valorado.
Por último, la encuesta revela que la mitad de las empresas carece de sistemas de respaldo energético como generadores o SAI. De las que no disponen de estas herramientas, dos de cada tres no tienen intención de implantarlas, mientras que el tercio restante sí se está planteando esta posibilidad.
El apagón del pasado lunes no solo supuso un corte de suministro eléctrico, sino también una llamada de atención sobre la vulnerabilidad de buena parte del tejido empresarial burgalés ante incidencias de este tipo. La FAE estudia ahora posibles medidas para apoyar a las empresas más afectadas y reforzar la resiliencia del sector ante futuras contingencias.